domingo, 27 de enero de 2019

Hoy me acordé de ti



Hoy me acordé de ti, como el primer cuento navideño que mi madre me relató,
añoro las horas cuando nuestras palabras iban y venían entrelazadas.
Solías repetirme tu risa cada mañana, tu risa boba inigualable, tu risa que me hacía feliz.
¿Me ayudarás a recordarnos? ¿Volverás a extender los brazos para abrazarme?

Escogí el mejor cuaderno para escribirte, escribí las mejores palabras que encontré para saludarte. Nos hicimos creer que estábamos listos para vivir, nos hicimos entender que podía pensar en ti y tú en mí. Nos dijimos que podíamos cantar la misma canción.
¿Crees que estoy exagerando? ¿Sigues leyendo?

Hoy te soñé, como el niño que no deja de soñar en ser grande, porque nadie en su sano juicio puede decir que el olvido no duele. Te vi allí, estudiando la mejor manera de escribir los versos y lo creas o no, por más absurdo que parezca te volví a querer.
¿Qué hay de malo en recordarlo?  ¿Cómo crees que me siento?

Cuando pienso en todo lo que he realizado, entendí que puedo tomar la peor decisión estando borracho o enamorado, ya sabes, imaginar que la primavera debería ser tal y como es, pero a tu lado, que nos haga perder la razón, a menos que no tengamos razón que perder.
¿Lucimos como si fuéramos reales? ¿Volverías a responder mi llamada?

Paulino Lucas Vázquez.

domingo, 20 de agosto de 2017

Epílogo





Escribí esto en agosto,
porque jamás será buen momento para decir adiós.
Tal vez sea la edad, pero nunca me he preguntado cómo será el final del camino,
tengo la curiosidad pero no lo quiero saber.

Alguien me dijo que debo ser mejor hombre y regalar flores,
yo, lo que he regalado es tiempo y el tiempo me dio soledad,
esa sensación cuando nadie toca el timbre de tu casa,
de marcar un número que jamás te contestarán.

Tal vez debí leer más la biblia,
levantarme más temprano para ver los amaneceres,
tal vez nunca debí dejarte ir,
abrazarte más seguido cuando lo necesité.

Si fuera igual que los demás, sonreiría en todo momento,
y hubiese llorado en todos los funerales al que fui.
Si fuera un buen hermano, sabría perdonar,
me acordaría de todos los cumpleaños.

Escribí esto en agosto,
sin saber si algún día tendrá música esta canción.
Tal vez sea la edad, pero tengo la debilidad de volverlos a ver,
como en aquellos días soleados de primavera.


Paulino Lucas Vázquez. 

domingo, 4 de septiembre de 2016




   Detuviste


Se detuvo mi mundo al mirarte,
desde que se cruzaron nuestras letras,
el reloj parece que siempre marca la misma hora,
en espera de tu respuesta, en espera de tu aroma.

Se detuvo mi mundo al tocarte,
no eran necesarias las estrellas ante tu presencia,
tan simple que tú eres mi verdad,
si me dices que estás bien, yo te creeré.

Se detuvo mi mundo al olerte,
sin motivo aparente, caímos del mismo lado,
encontré tus ojos, al verlos,
solo pude repetir poemas que nadie más conoce.

Se detuvo mi mundo al escucharte,
guardé tus palabras en mis memorias,
para que jamás salgas de mi mente,
tú eres mi mejor canción.

Se detuvo mi mundo al besarte,
inició mi vida en tus labios,
eres ese suceso que solo pasa,
que solo pasa cuando esa persona es única; tú.


                                                               Paulino Lucas Vázquez.

domingo, 28 de agosto de 2016




El viaje que nunca sucedió



El bello amanecer es cuando sabes que el sol ilumina tu sendero,
día a día, sabiendo que él cruzara sobre tu cabeza hasta el otro extremo.
He visto treinta y siete primaveras, en alguna de ellas tú participaste,
nunca nos dijimos adiós, nunca pensé nunca saber más de ti,
siempre pensando en el viaje postergado que nunca se realizó,

Es bello esperar el atardecer en otoño, cuando la vida ridículamente madura,
tú en tu idioma y yo en la mía nos logramos entender,
nos fuimos de viaje en nuestras mentes y nunca llegamos a nuestro destino.
Por favor, no era para tanto el silencio, no era para tanto el punto final,
¿qué sabremos de la vida si no cruzamos la cuarta puerta?

El bello anochecer es cuando sabes que la luna ilumina tu sendero,
permites darle sentido al trazo de las estrellas,
fue hermoso embriagarnos al compás de nuestra música,
fue hermoso gritar las mismas palabras que no eran nuestras.
Fui yo quien apagó la luz al salir.

Dile adiós a la lluvia,
dile adiós al cigarro,
dile adiós a las calles solitarias,
dile adiós a los corazones rotos,
irónicamente, nunca nos podremos decir adiós.



                                                               Paulino Lucas Vázquez.

domingo, 2 de agosto de 2015

Séptimo día








Séptimo día

El séptimo día apareció,
como un oasis esperado en la semana,
las nubes dibujan todo cuando la imaginación quiere;
él caminaba elegante, entre buena tela y loción.

El séptimo día apareció,
el sol brilla diferente, más luminoso,
traigan almas, dijo el hombre elegante
y cruzado de brazos él ordenó.

Nuestra casa necesita nueva pintura,
la mayoría apoyó la decisión,
vitoreaban el triunfo en el nombre del Todo Poderoso,
finalmente la democracia es de todos.

Tan fácil fue engañar a Eva
pero en mi caso no será así.
La palabra es comedia,
la palabra es de quien la cree.

El séptimo día apareció,
el cielo parece que se abre,
el hombre elegante suma números sin nombres,
el cielo debe llenarse como un estadio.

El séptimo día apareció,
a pesar de la lluvia, es hermoso,
el hombre evoluciona, también quiere que el paraíso evolucione,
el Jordán dejó de ser importante.

La casa era habitada,
esperaban la media noche.
La casa era silenciosa
y ahora las palabras se visten de aplausos.

                                                                             Paulino Lucas Vázquez. 

sábado, 16 de agosto de 2014

El hombre y ella



El hombre y ella



“Soñé que tú existías, en ese breve espacio en donde solemos guardar nuestros deseos, sin saber diferenciar entre la ficción y la realidad, sin embargo, el sentimiento es palpable, verdadero, cierto, tan genuino como tu rostro, bello, atractivo, hermoso, que hace juego con tus ojos adornadas con tu pestañas y cejas.

Si, Soñé que tú existías, tan veraz como tu belleza y el perfume de tu aliento”.

Paulino Lucas Vázquez.



El hombre solía plasmar sus ideas en la roca,
ella, en muchas ocasiones era su inspiración,
el hijo trataba de aprender, los hermanos miraban,
el cincel sonaba y el hombre le dijo a ella,
“soñé que tú existías, soñé que tú existías”.

Ella sonreía a manera de gratitud, mientras
alimentaba a su hijo y hermanos,
el hombre trabajaba para ella y ellos,
habían creado su propio Edén,
ella era amable, ella era muy amable.

El hijo trabajó la tierra, los hermanos miraban,
el fruto creció, ellos comieron,
la amabilidad fue heredada en la
espalda del hijo y ella exclamó,
“todos somos de todos, todos somos de todos”.

Los hermanos repartieron la tierra,
vivieron sobre la espalda amable del hijo,
el hombre lo plasmó en la roca,
los hermanos dividieron los corazones,
ellos destruyeron el Edén, ellos destruyeron el Edén.

El hombre envejeció, ella solía aún estar a su lado,
fueron buenos tiempos hasta que se marchitó la última flor,
el hombre cerró los ojos, ella lo hizo después,
los hermanos siguieron mirando, el hijo plasmó su herencia en la piedra,
“aparté mis ojos para ti, aparté mis ojos para ti”.

Paulino Lucas Vázquez.

martes, 29 de octubre de 2013

Cada detalle de ti




Cada detalle de ti

Cada que les hablo yo de ti, 
mis palabras describen tu ser, 
de los aviones de papel, 
que tus frágiles manos pudieron hacer, 
vaya que, tus frágiles manos pudieron hacer.

 Cada detalle de ti, es lo que les puedo decir.

Algunas veces me siento solo,
de esas veces en que lo creo tener todo,
pienso que a mi lado tú estás,
y mis miedos se me van,
vaya que sí, mis miedos se me van.

Cada detalle de ti, es lo que les puedo decir.

Creo que eres mi cima más alta,
de esas montañas que rebasan las nubes,
te capturaría en una fotografía,
para tenerte siempre frente de mí,
vaya que sí, siempre frente de mí.

Cada detalle de ti, es lo que les puedo decir.

Eres lo que algún día yo creí,
de esos sueños que nunca se harían realidad,
cuando mis oídos escuchan tu voz,
todo mi ser vuelve a vivir,
vaya que sí, todo mi ser vuelve a vivir.

Cada detalle de ti, es lo que les puedo decir.

Cada cosa que tú hagas,
si tú quieres yo también lo podría hacer,
mentir es muy fácil, pero tú eres mi verdad,
así de puro es mi sentir,
vaya que, así de puro es mi sentir.

Cada detalle de ti, es lo que les puedo decir.

                                                      Paulino Lucas Vázquez.