Hoy me acordé de ti, como
el primer cuento navideño que mi madre me relató,
añoro las horas cuando
nuestras palabras iban y venían entrelazadas.
Solías repetirme tu risa
cada mañana, tu risa boba inigualable, tu risa que me hacía feliz.
¿Me ayudarás a recordarnos?
¿Volverás a extender los brazos para abrazarme?
Escogí el mejor cuaderno
para escribirte, escribí las mejores palabras que encontré para saludarte. Nos
hicimos creer que estábamos listos para vivir, nos hicimos entender que podía
pensar en ti y tú en mí. Nos dijimos que podíamos cantar la misma canción.
¿Crees que estoy exagerando?
¿Sigues leyendo?
Hoy te soñé, como el niño
que no deja de soñar en ser grande, porque nadie en su sano juicio puede decir
que el olvido no duele. Te vi allí, estudiando la mejor manera de escribir los
versos y lo creas o no, por más absurdo que parezca te volví a querer.
¿Qué hay de malo en
recordarlo? ¿Cómo crees que me siento?
Cuando pienso en todo lo
que he realizado, entendí que puedo tomar la peor decisión estando borracho o
enamorado, ya sabes, imaginar que la primavera debería ser tal y como es, pero
a tu lado, que nos haga perder la razón, a menos que no tengamos razón que
perder.
¿Lucimos como si fuéramos
reales? ¿Volverías a responder mi llamada?
Paulino Lucas Vázquez.